sábado, agosto 11, 2012

Domingo 12 de agosto Kaolak- Saly Portugad

Yo pensaba que ya estaba de plácida vuelta, pero aquí hasta el rabo es toro...


Siempre que viajo me agarro a un pensamiento en el que creo firmemente, si hay una mínima posibilidad de que las cosas salgan bien y crees en ella, saldrán bien!

Esta noche ha caído el diluvio universal, yo lo oía desde la habitación sin poder dormir, horas de lluvia torrencial durante la noche. Al levantarme y salir ...de la habitación veo las consecuencias, está todo el hotel inundado, los jardines son un charco enorme y la zona común un desastre de agua. La idea de hoy era tranquilita, visitar la popular Isla de las Conchas y dormir en Sally Portugad, la zona más meta pija de Senegal, en la costa y ya a solo 90 km de Dakar.

Cuando salgo compruebo que la ciudad, Kaolack, es un barrizal enorme. Ayer no la describí, pero es un auténtico caos y con lluvia, se multiplica. Ayer al entrar llegué a una zona que era un mercado gigante caótico, allí nos juntábamos circulando coches, taxis desvencijados, camiones, motivos, carros con burros y peatones. Todo sin orden ni concierto, rozándonos unos con otros y sin poder avanzar. Hoy es igual pero sumergido en un inmenso barrizal. Hay una explanada en la que se hacinan unos 80 o 100 taxis cochambrosos sobre el barro y otra explanada gigante con un montón de coches y furgonetas aparcados uno junto al otro, separados apenas por centímetros y sin ningún código que permita poder sacar el coche de ahí. Si lo tienes ahí dentro, ahí se queda y más hoy, que el suelo se ha convertido en un fondo de lodo.

Tengo que atravesar la ciudad, es apestosa, los camiones o taxis, que invaden la ciudad, sueltan un humo negro que te entra en los pulmones. Trato de contener la respiración pero es igual, aquí cualquier vehículo echa auténtica mierda por el escape. El barro ha ocasionado el caos más absoluto, pero los tenderetes siguen, incluso dentro del lodo. Por fin salgo de la ciudad.

He decidido que en lugar de ir por la carretera, como tengo todo el día, voy a rodear por un track de pistas de unos chavales que lo hicieron en bici. Me acordaré de mis amigos que me decían que viajando solo ni se me ocurriera hacer off -road, solo carretera...


Ya nada más comenzar me doy cuenta de que ha sido un error, la pista está completamente impracticable. Sobre el fondo de barro se ha formado una película de barro fino absolutamente deslizante. Algunos de mis amigos me entenderán, es como ese barro que nos pilló en el Plateau de Rekam en nuestro primer viaje a Marruecos, nos metimos en el y a los 30 segundos estábamos todos en el suelo. Hoy tengo el mismo barro, parece una pista de patinaje.

Me lo pienso, pero yo soy de los que dicen que atrás ni para coger impulso, siempre adelante!

Sigo por la pista con la esperanza de que el terreno cambie, pero no, sigue igual. La rueda trasera que llevo es de tacos y me da mucha confianza, la delantera es una mixta y eso ya es otra cosa. Yo creo que en el barro así, lo más importante es la trasera, es la que te da estabilidad a la moto, si tienes tracción continua te permite mantener una trayectoria estable, así que me agarro a eso y solo tengo que concentrarme en mantener la delantera sin resbalones. Avanzo lento, pero avanzo. Entre la moto y yo logramos mantener la verticalidad. Por aquí no circula ni el tato, no me extraña...

Tras 80 km que se me hacen bastante largos y entretenidos, todo hay que decirlo, llego a un pueblo con cierta entidad, Foundiogne, y ahí respiro esperanzado de que allí mejore la pista o haya carretera. Hemos logrado no caernos!!!!

Pero mi sorpresa es que el track por el que voy va por dentro de la ría, alucino, debe ser un track hecho en época seca. Rodeo el pueblo buscando alternativas y no hay, está rodeado por agua, es un fondo de saco, joooooder la he cagado!!

Me cago en mi estampa y en casi todos mis muertos, como puedo ser tan gilipollas, con lo fácil que era ir por carretera. Me acerco al embarcadero, pero sé que la única solución es deshacer lo andado.

Pero estoy en Africa, dónde casi siempre hay una solución para todo. Se me acerca un pollo y me dice lo que ya sé, que o cruzo o vuelta a Kaolack, pero que el me cruza. Le pregunto que si tiene un barco y me señala una piragua, vamos no me jodas!!!! Que esto no es una bici, que pesa un quintal!

Me dice que si, que me cruza en la piragua. Sopeso, el riesgo de perder la moto en la ría o volverme por el barro. Decisión de 10 segundos, son las mejores, a tomar por culo, moto a la piragua!!!

Pacto un precio de unos 10 euros y a ello. Monta en la piragua a unas 15 personas y deja la parte central para la moto. Me dice con aspavientos que qué coño espero que meta la moto, yo flipo, hay un escalón de medio metro y el agua, en la que está la piragua. En eso que empiezan a salir tíos y cogen la moto, yo viendo el percal decido que o ayudo o lo importalizo y me decanto por lo último. No sé como coño se las apañan pero han cogido la moto y la han subido a la piragua, prueban a tumbaría pero la piragua se escora para el lado que la tumban, así que tiene que ir en vertical, pero va encastrada entre dos de las traviesas de madera para sentarse. Me subo y agarro la moto, acojonado, si se ladea la moto, todos al agua. El pollo saca unos salvavidas y los reparte, unos 5 para 15, yo no cojo, eso me intranquiliza aún más, pa que cojones queremos salvavidas? Es que nos vamos a hundir? Me doy cuenta que en el fondo de la piragua hay agua, pelillos a la mar.....arranca muy lentamente, gracias a dios el agua está absolutamente calma, sin la mínima ola, pero compruebo que el agua se queda a un palmo del borde de la piragua. El trayecto se me hace eterno, no puedo disfrutarlo, solo imagino la moto en el fondo y con que cara se lo explico al dueño.





Por fin llegamos, desembarca la gente y dejamos la moto para el final. Nos cuesta un huevo sacarla, está encajada. En la operación oigo crujir plásticos y veo manos agarrando de dónde yo sé que no se debe agarrar. Estoy de los nervios y veo que la moto acaba en el agua. Al final sale, el escape está totalmente doblado, uno de ellos está mirando para Cuenca. La matrícula doblada y descolgada, daños colaterales, estamos en el otro lado! Me intentan colocar el escape y les paro, stop! Estos tíos para arreglar una cosa te destrozan otras tres, nunca confíes a ciegas en un manitas africano, nunca!!!

Me piro de los nervios pero feliz, vaya experiencia, joder nunca puedes cantar victoria, hay que pelear cada km.

Un poquito de agua en el camino...


Por fin llego a la Isla de la Conchas, voy a aparcar y oigo que me llaman, "Jaime!" miro y es un guía senegalés súper majo con el que estuve hablando en Kedougou. El tío se encarga de todo, habla con el restaurante para que me guarden el equipaje, casco y chaqueta durante mi visita, que tío más majete! La visita es de las que merece la pena, es una isla unida al continente por un puente de madera. La historia es que se dice que la isla la formaron los pescadores de la zona echando conchas de crustáceos y tiene todas las calles de conchas, andas por conchas y ves conchas apiladas por todos los sitios. La isla es un laberinto de calles estrechas encantador, ves la forma de vida tranquila de sus gentes, conviven cristianos y musulmanes en total armonía, junto a la iglesia de San Francisco está la mezquita y ves mogollón de cerdos por las calles. El paseo me resulta delicioso, pese al calor húmedo que me hace estar empapado. Hay otra isla que es el cementerio, también conectada por un puente de madera. Es una isla verde sembrada de cruces blancas, muy bonita. Al salir me hidrato a base de zumo de cebada local, en cantidad, mucha cantidad, había perdido mucho líquido y sentía que mi vida corría peligro...
Puente de acceso a la isla



Al fondo buena siesta al sol!!!




Cerditos pequeños, a la sombra


Isla cementerio

Puente de acceso a la Isla cementerio


Finalmente voy a Saly Portugad y me doy el homenaje del viaje, hotelazo. Es el primer hotel de verdad bueno que pillo, a 60 pavos, no penséis que más. Joder, la primera vez que estoy a gusto en la habitación. Esta noche voy a intentar cenar pizza ( si lo sé, pido perdón....) y tomarme unas birras oyendo música senegalesa en directo, aquí hay locales de marcha.

Mañana 90 km y dejo la moto en Dakar, mi compañera....esta moto merece un capítulo aparte y lo tendrá!

Ya no habrá más crónicas, aquí me despido. Agradeceros muchísimo a todos los que me habéis leído, sé que han sido unos ladrillos enormes y sin fotos! Lo malo de viajar solo es no poder compartir las experiencias con nadie. A mi no me ha ocurrido eso, me he sentido en todo momento acompañado por vosotros. Que grande Senegal y que grandes sus gentes, un abrazo!!!

Jaime

Dakar: entrada caótica en la ciudad, llevo la moto a casa de Rafael, quién de nuevo se porta magníficamente bien. Pone a sus dos mecánicos a trabajar en la moto para darleun buen repaso y no tener problemas con el dueño cuando venga a recogerla. Devuelvo la moto al dueño y me paso por el barrio de pescadores a comer pescado fresco y disfrutar del ambiente.
Como mi avión sale a la madriugada, paso  la tarde con Rafael y Antonio, otro español afincado en Dakar que se ha casado con una senegalesa increíblemente guapa.  Ambos me cuentan mil cosas sobre la situación económica y social del país.


Vuelta de jornada de pesca a pulmón

Según llega se pesa la pesca y se les paga en el acto

 


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