miércoles, agosto 15, 2012

Miércoles 8 de Agosto Kedougou – Tambacounda

Hoy he vuelto a madrugar, ya me sale normal, me despierto solo sobre las 6 y a las 7 desayuno. Como el desayuno del campament en el que estoy es una porquería, me he ido al pueblo y he comprado un montón de plátanos en un puesto callejero. Me he sentado a comérmelos y ha venido un grupito de niños a bromear y vacilar. Ahí hemos estado compartiendo los plátanos y riéndonos. He vuelto al hotel, he recogido y les he dejado la maleta en recepción, hoy voy a ver la famosa catarata de Dindefelo y vuelvo a por la maleta al campament para volver a Tambacounda, hacer noche allí y mañana tirar para la Cassamance.


Me habían dicho que no fuera en moto a Dindefelo, que en esta época el camino está muy mal por las lluvias, pero yo soy muy cabezón, así que allá vamos. Si, el camino mal, nada que no hagamos en el barro por Guadalajara un domingo. El barro con la Transalp es un juego divertido, esta moto lo hace todo fácil, es casi eléctrica, pasa por todas partes y supera todos los charcos, como además voy sin equipaje me lo paso pipa en el camino.

Llego al Campament de Dindefelo, allí hay que dejar la moto y continuar a pie, con algún chaval de la zona. En el campament está Patricia, una española de Barcelona que está aquí con unos amigos que están en un proyecto siguiendo a un grupo de gorilas que hay en estos bosques, entre Senegal y Ginea. Salieron en Españoles por el Mundo. Hoy sus amigos han pasado a Guinea buscando los gorilas y ella está ahí aburrida, así que viene a la catarata, aunque ya ha estado varias veces. Nos acompaña Mamadou, un chaval muy majo. Por cierto, cuando un chaval de estos te enseña el camino y te acompaña, como hoy o ayer, que se metió una paliza del copón y perdió 4 horas, lo normal es darle algo. A diferencia de los marroquíes, ellos no te lo piden, si les das algo siempre les parece bien, te lo agradecen y te sonríen. En Marruecos, aunque des una pequeña fortuna, siempre se hacen los indignados y piden más. Joder que gustazo de gente estos morenos, que buen rollo te dejan siempre.

El paseo, esta vez si, es agradable, no como la cronoescalada a . Transcurre por un bosque de arboles altísimos con lianas, como las de Tarzán. Llegamos a la cascada, un salto muy alto de una pared en vertical, unos 100 metros? No sé, cae poca agua, pero es bonito y tiene una poza tentadora de aguas limpias. Yo aquí me baño si o si. Patricia dice que ella no lleva bañador y que ya se ha bañado otros días, pero yo no me voy a cortar por eso. No creo que vuelva a estar en Dindefelo para bañarme! Así que, pudores al margen, me quedo en calzoncillos con mi cuerpo serrano, calzoncillos de marca, eso si, y me doy un baño delicioso con el agua cayéndome en la cabeza. Patricia coge mi cámara y se lía a sacarme fotos en gayumbos. Evidentemente, esas fotos serán censuradas, si alguna tiene mucho interés en verme en calzoncillos podemos estudiar un pase privado. Podéis hacer la solicitud acompañada de foto, por favor. Solicitudes de bujarrones no serán contestadas.


Este soy yo, jejeje, las de los CC las omito...


Tras el baño volvemos, en el campament me dicen que tuve muchísima suerte ayer, que la fiesta de las mujeres en la que estuve en Iwol es una vez cada dos años, jeje, sigo pensando que yo soy un tío con suerte!

Me despido de Patricia, le deseo suerte con los gorilas y vuelvo a la moto. En el camino de vuelta me para un chaval, que va a Kedougou, que si le llevo. Me lo monto detrás y al lío, nos vamos a reír en los barrizales. Cuando llegamos a los barrizales el tío aprieta las piernas, no debe saber que Marc Coma y yo somos compatriotas y algo genético debo tener. Aunque no me puedo poner de pie llevando al chaval, la Transalp lo hace todo solita, que delicia de moto....

Le dejo en Kedougou, me dice que va andando porque no tiene dinero, le he ahorrado 40 km a pie y os juro que me siento muy feliz por ello.

Recojo la maleta y voy a la gasolinera. Llevan dos días sin gasolina, me lo dijeron ayer que intenté echar. No me había preocupado porque sabía que podría conseguir gasofa en bidones en el mercado B. La cisterna acaba de llegar y me dicen que en una hora podré echar, una hora africana. Lavo y engraso la moto, que bien se lo ha ganado y compro un mango gigante en un puesto. Me siento en la acera a comérmelo mientras contemplo la vida africana. No falta nunca quién te dé conversación.

Echo gasofa y vuelta a Tambacounda, 230 km. Ha sido la vuelta de los animales. A la ida no vi ni un solo bicho, pues a la vuelta todos, quizás porque el día era nublado y fresco. Al atravesar el parque Nikolo-Koba hay muchos carteles de peligro y de animales salvajes, pero yo iba despistado, ya que dos días antes no vi nada. De pronto se cruza un gato enorme la carretera, no sé qué felino era ya que fue visto y no visto. Km más tarde ví otro igual corriendo a un lado de la pista. Monos he visto un huevo, muchísimos y esta vez los he podido fotografiar, unos se me han escapado, pero a otros, con el zoom les he pillado.

Corre que te pillo........

El momento cumbre ha sido el momento jabalí. De pronto he visto un bicho enorme, pensaba que era un rinoceronte enano, pero ha salido a toda velocidad. Km más tarde vuelvo a ver dos, me acerco y me paro delante de ellos y en lugar de huir se quedan mirándome fijamente. Me doy cuenta de que son dos jabalíes enormes, mucho más grandes que los europeos, de color marrón claro y con dos enormes colmillos. Estoy literalmente acojonado, a 10 metros del bicho mirándome, la moto parada pero arrancada con la primera puesta y mi mano izquierda cogiendo el embrague. Con la derecha y sin quitar ojo al bicho, ni él a mi, abro el bolsillo saco la cámara y le hago dos foto ahí, a 10 metros. El corazón me latía a 1000. De pronto se giran los dos y salen corriendo, solo entonces me doy cuenta de lo fuertes que son y lo rápido que corren. Si me llega a embestir me tira de la moto sin esfuerzo. La foto bien merecía la pena.

Acojonaíto me tenía el cabronazo...

Y este era su socio, en la retagurdia!

Llegando a Tamba un momento de descojone, veo dos niños de unos 8 o 10 años en sendos burros. Me pongo en paralelo y hago como que me pico con ellos. Los cabrones se descojonan, empiezan a azotar a los borricos y los ponen e al galope, los tres descojonados de risa, ver su cara era un puntazo. Que facil se ríe la gente aquí.

Aquí todo el mundo saluda o devuelve el saludo, todos, o con la mano o con una inclinación de cabeza. En Madrid, a veces, en la oficina, voy al servicio y hay un tío haciendo pis, digo buenos días y el cabronazo no me responde, es habitual, meando a medio metro un pimpollo que trabaja a 20 metros de mi despacho y no me devuelve el saludo, y son varios los zulús, jooooderrrrrr.....

Finalmente tras muchos km llenos de color, muchas paradas y alguna cerveza en un campament de paso, llego a Tambacounda, donde me vuelvo a hospedar en el mismo cuchitril con wifi y cerveza fría. El mousse delantero aguanta aún, aunque siempre que hago carretera se calienta y llega muy blandito, con lo que la moto flanea algo. Si aguanta prefiero no quitarlo. Mañana a la Cassamance!!!

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